Expectativas para el 2020 pre-crisis COVID-19
Si atendemos a la situación anterior al estallido de la crisis del Coronavirus, las previsiones eran buenas, con un sector saneado y en crecimiento. Algunas estadísticas soportan esta tesis:
- Según los últimos datos publicados por el Consejo General del Notariado, a pesar de detectar un descenso de las compraventas en el inicio del año, el precio por metro cuadrado aumentó un 1,5% interanual en enero de 2020, así como los préstamos hipotecarios para comprar vivienda.
- En base a la información del portal idealista.com el precio del alquiler en Madrid aumentó un 3,5% en febrero de 2020 respecto al año anterior, marcando esta tendencia al alza en la capital española.
- Y finalmente, según el último Informe del Observatorio de la Vivienda y del Suelo que publica regularmente el Ministerio de Fomento, el sector de la construcción atravesaba un buen momento hasta el inicio del estado de alarma.
La crisis producida por el COVID-19 ha hecho que las previsiones cambien. Existen diversos factores y posibles escenarios que pueden afectar al sector y modificarlo de cara al futuro.
Oportunidades para el sector inmobiliario post-crisis COVID-19
En este contexto de incertidumbre aparecen oportunidades de reinvención de un sector que a veces se ha considerado rígido, o poco dado a la innovación. Entre otras cosas, es muy probable que veamos cambios decididos en las siguientes direcciones:
- Inversión en tecnología y digitalización. El confinamiento ha puesto de manifiesto al sector la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos. La sociedad se dirige hacia un paradigma en el que todo lo que se pueda hacer a través de la tecnología, se hará: más trabajo en remoto, visitas de clientes por videoconferencia, visitas a inmuebles con realidad virtual, adopción masiva de la firma digital, más inversión en Big Data y otras tecnologías que llegarán al sector más lentamente como inteligencia artificial o machine learning, y en definitiva, una apuesta decidida por la tecnología como elemento que transformará el sector definitivamente.
- La plataformas ya digitalizadas estarán en mejor posición para recoger los frutos de este «nuevo mundo» posterior al COVID-19, y veremos una mayor presencia de empresas llamadas «Proptech», compañías que ya ofrecían soluciones tecnológicas al sector del Real Estate, como pueden ser la solución de pagos electrónicos, bancos virtuales, crowdlending, crowdfunding inmobiliario, o incluso blockchain.
- Cambio en los gustos de los compradores. El confinamiento puede hacer que muchas personas se replanteen las cualidades de la casa en la que desean vivir y apuesten más por viviendas con más luz, más superficie, con más domótica, más conectada a la red (IoT), o incluso con más espacio exterior.
- Variación de precios . Hasta ahora estábamos viviendo un aumento de los precios, pero es probable que se ajusten en función de diversos factores: las medidas económicas que tomen el Gobierno, el desempleo y los tipos de interés.
- El mercado constructivo como mercado refugio. Cuando se producen grandes crisis económicas, los bienes raíces suelen convertirse en un sector refugio para inversores, ya que no se producen bruscas oscilaciones como puede ocurrir en sectores más directamente relacionados con los movimientos de los mercados financieros.
- La diversificación. La aparición de nuevas formas de invertir, como el crowdfunding inmobiliario que hemos citado antes, permitirán diversificar el riesgo e incluso mitigarlo en parte en vistas a posibles efectos en la inversión de futuras pandemias.
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- Los cambios que se produzcan en los próximos meses pueden marcar un nuevo paradigma en el sector inmobiliario que modifique sus bases tal y como las hemos conocido hasta ahora. Puede ser el momento de que surjan nuevas oportunidades de negocio y enfoques innovadores en las inversiones inmobiliarias.