A la hora de elegir la decoración de una estancia, una de las primeras decisiones a tomar será el estilo de las paredes. Del mismo modo, si lo que queremos es un cambio, un nuevo aire en el salón, la cocina, el dormitorio… cambiar la decoración de la pared es un buena opción para empezar.
Si queremos algo más que un simple cambio en la pintura, podemos recurrir a los revestimientos, sobre todo para alguna de las paredes de la estancia, pues si no puede quedar demasiado recargado. Así, podemos encontrar revestimientos de diferentes materiales:
– Madera, ideal para entornos rústicos y, además, un gran aislante.
– Mármol, que aporta un elegante acabado.
– Piedra, pizarra... que aportan un efecto genial en salones, garajes…
– Metal, perfecto para estilos más modernos y vanguardistas
– Papel pintado, el más sencillo de instalar.
– Azulejos, el más común en cocinas y baños, pues tienen la gran ventaja de que son muy fáciles de limpiar y mantener. Sin embargo, a la hora de retirarlos o cambiarlos, tenemos que meternos en una incómoda reforma, que se puede solucionar recurriendo a la pintura. – Revestimientos textiles: Aportan un acabado cálido y acogedor, y se suelen escoger, principalmente, para dormitorios y salones. Así, a la hora de instalarlos debemos plantearnos diferentes cuestiones: el tipo de tela (puede ser sintética, algodón, lino…), la iluminación de la habitación (para no saturar), el tamaño de la estancia…
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