Quizás como un legado por parte de nuestros ancestros inmigrantes, el valor de la solidez de la propiedad como sinónimo de seguridad frente a los avatares económicos, se encuentra firmemente arraigado en el acerbo cultural de gran parte de nuestra sociedad.
Es verdad, la construcción para la venta o alquiler puede ser un buen negocio o un negocio seguro. Pero, la verdad absoluta en este aspecto, como en la mayoría de las cosas debes tener presente ciertos aspectos fundamentales antes de lanzarse a la aventura de los encofrados, mezclas y hormigones.
Como todo negocio, es necesario establecer de la manera más objetiva posible el flujo de fondos de la operación. Que es esto?. Ni más ni menos que una proyección de los montos y momentos de aportes de capital y lo mismo de ingresos de dinero. Obviamente, estos últimos en suma, deberán ser siempre mayores que los aportes realizados.
Conocer que es lo que se va a construir y la escala del proyecto. Muchas veces aunque el dinero a invertir sea el mismo, la elección del tipo de unidad puede ser determinante para el éxito del negocio. Por otra parte, las dimensiones del proyecto depende también la posibilidad de ventas y de un recupero más rápido de la inversión.
La calidad del diseño y construcción. Las mejoras que en estos aspectos, presente el proyecto con respecto a las que ofrecen aquellos inmuebles que compiten y competirán con él, incidirán, sobretodo, en la velocidad de venta del emprendimiento.
La verdad es que hoy el nivel de profesionalización que tiene el negocio es muy alto, por lo que no recomendamos hacer experiencias de este tipo a particulares sin el debido análisis y asesoramiento previo.
Si usted no se maneja en el ámbito inmobiliario, lo mejor es asesorarse muy bien, no sólo con temas constructivos, sino también con las herramientas financieras necesarias para decidir correctamente si le conviene o no incursionar en el tema.