Es de conocimiento del sector inmobiliario que entre los principales factores que determinan la devaluación de tu casa son la ubicación, equipamiento, seguridad, infraestructura, servicios y crisis; pero también hay que considerar el aspecto de nuestra casa. Muchas veces tenemos la idea que debemos invertir en remodelarla para incrementar el valor de nuestra propiedad al ponerla a la venta, pero según especialistas, el principal factor que puede devaluar el precio de una vivienda es la falta de mantenimiento preventivo, por lo que es recomendable que al menos cada dos o tres años la pintes, impermeabilices y lleves a cabo una buena revisión de la instalación eléctrica e hidráulica, detectar problemas de humedad y no dejar «caer» los muebles del baño y la cocina.
Existen algunos aspectos básicos que debemos tener en cuenta para realizar el mantenimiento del hogar. Conócelos aquí.
- Revisar semestralmente las instalaciones eléctricas y de fontanería para prevenir los accidentes y atajar a tiempo las posibles roturas, sobre todo si se trata de una casa con algunos años de antigüedad.
- Revisar el aire acondicionado y calefacción, necesita servicio cada 6 meses y ajustes mayores cada año.
- Impermeabiliza, contrata expertos, su trabajo tendrá garantía de 3 a 5 años.
- Fumiga por lo menos una vez al año.
- Revisar plafones y techos altos, pues no sabes si los vecinos cuidan sus instalaciones hidráulicas.
- Dar tratamiento a la madera en exteriores 2 veces al año, esto evitara que se hinche.
- Asegúrate de no tener humedad.
- Inspección a la pintura interior y exterior, si vas a pintar por fuera aplica un sellador.
- Revisa puertas y ventanas y cerciórate de que los selladores estén bien.
- Revisa el medidor de luz en caso de que tus recibos hayan aumentado gradualmente
- Repara y barniza los rayones o golpes en las puertas u otros muebles de madera.
- Si tienes piso de mármol es recomendable que lo abrillanten cada 3 años.
- Contratar a profesionales que realicen el mantenimiento del hogar, fundamentalmente si se trata del sistema eléctrico o de las tuberías del gas y el agua. Realizar los trabajos uno mismo es una opción más económica pero a la larga el problema podría agravarse.
- Revisar el funcionamiento de equipos como la nevera, la lavadora, el calentador de agua o la lavavajillas. Estos electrodomésticos suelen presentar señales premonitorias de fallo por lo que podrás arreglarlos o reemplazarlos antes de que causen un daño mucho más serio.
- Cuidar el jardín evitando que las ramas o las raíces de los grandes árboles crezcan y hagan daño a la estructura de la casa o a la de nuestros vecinos.
- Proteger los puntos débiles de la casa, sobre todo en caso de lluvias fuertes. Si sellas las puertas, las ventanas y las chimeneas podrás evitar las inundaciones internas que suelen causar graves daños a los muebles.
- Mantener limpio el techo, sobre todo en época de invierno cuando hay grandes nevadas. De esta forma evitarás los derrumbes provocados por un peso excesivo.
- Ante manchas inusuales o ruidos extraños, contactar inmediatamente con un técnico especializado ya que podría tratarse de problemas serios en las instalaciones del agua o el gas.
- Limpiar al menos una vez al año el sistema de calefacción y los canales exteriores de desagüe.
- Desconectar de la corriente todos los equipos eléctricos si se estará fuera de casa durante un periodo de tiempo considerable. Además, si está dentro de tus posibilidades, puedes instalar un sistema de domótica que te permitirá controlar a distancia todas las instalaciones de la casa y te avisará ante eventuales fallos.
- Planificar un presupuesto anual que cubra los gastos imprevistos del hogar como los pequeños trabajos de fontanería o de electricidad. Recuerda que solucionar el problema a tiempo será siempre la opción más económica y más beneficiosa para todos.
Si vas a revender, no inviertas mas del 20% del valor de tu casa en la remodelación, la sacaras del mercado y no volvera tu dinero de regreso.
Habla con Nosotros