Todos soñamos con tener ese espacio propio donde podamos hacer y deshacer lo que nos plazca. Ese espacio ideal que nos permite soñar, crecer y vivir. Sí, tener tu casa propia es lo que muchos anhelamos y queremos conseguir.
Tener tu propio espacio significa que tienes un lugar que puedes llamar hogar. Sí, suena algo cursi, pero la verdad es que tener un espacio vital donde vivir y sentirnos a gusto y seguros es básico para el ser humano. También te permite tener un sentido de pertenencia. Te da satisfacción personal. Sin embargo comprar una casa no es garantía de satisfacción, ya que es muy común que no te gusten en su totalidad.
Construir tu propio Hogar, es una de las mayores satisfacciones, Diseñar los espacios de acuerdo a tus necesidades, estilos de construcción y decoración. Plasmar en cada uno de estos espacios tu marca y estilo personal te hará sentir orgullosa.
La construcción de una nueva propiedad se inicia con los bosquejos sobre un papel donde se van armando ambientes, asignando medidas y eligiendo el estilo de casa. Esta puede ser de estilo tradicional europeo, americano, con formas barrocas o directamente de estilo minimalista. La particularidad de ser artífice de la construcción de la propia vivienda permite tener los espacios que realmente necesites, cumplir con algunos caprichos de acuerdo a tu estilo de vida, que en caso de comprarla construida no podrás tener, ademas de revisar el proceso y calidad constructiva paso a paso.
Es conveniente la consulta a un profesional experto que te asesore y el resultado sea el ideal. Te puede interesar http://planlifeedificaciones.com/tienes-terreno/
Ahora, enfocándonos en aspectos más prácticos, la importancia radica en varios beneficios. Primero y antes que nada, tener tu casa propia significa que hiciste una inversión, una buena inversión. Esta, incrementa de manera sólida el patrimonio familiar y evita el pago de una renta. Si rentas un inmueble entonces sólo pagarás lo que estás usando en ese momento, y si pagas esa misma cantidad en una inversión, en un tiempo tendrás un patrimonio.
Por otro lado, al construir tu casa propia, el costo será menor y el valor del inmueble aumentará considerablemente con el paso del tiempo. Y el valor aumentará más si le inviertes, remodelas o cambias el lugar. Dependiendo de la zona y el estado de la casa, ésta puede duplicar o triplicar su valor inicial. Esto la hace una inversión total y favorable para tu bolsillo pues en caso de querer vender, recibirás mucho más de lo que pagaste.
Cuando te mudas a tu nueva casa, te conviertes en parte de la comunidad donde la casa está ubicada. Conoces a los vecinos, haces nuevos amigos y automáticamente te sentirás seguro y tranquilo. Nada se puede comparar a esto.
Y lo mejor, al construir tu casa propia te puedes dar el lujo de diseñar espacios especiales para tu esparcimiento o convivencia familiar.
En pocas palabras, la importancia de tener tu casa propia se ve reflejado en muchos beneficios, los cuales son tanto financieros como personales.